Después de algunas semanas usando un MacBook Pro de 13 pulgadas con procesador Apple Silicon M1, vamos a hacer un pequeño resumen de lo que nos ha resultado más positivo y más negativo en el uso diario esta nueva generación de máquinas de Apple. Esperamos que sea de utilidad para los que dudan sobre comprar una de estas máquinas o esperar a ver como evoluciona la nueva arquitectura de Apple.
Lo mejor:
1. La batería. Ni por asomo hemos usado nunca un portátil con una duración de batería como la del MBP M1. Hasta el punto de que puedes salir con él por la mañana y olvidarte el cargador en casa. Ni siquiera las aplicaciones que hacen uso intensivo de los recursos ponen en peligro que la batería dure toda la jornada de trabajo. Y usándolo como equipo de apoyo a la estación de trabajo principal, hemos llegado a tenerlo varios días sin cargar la batería.
2. La temperatura. Por fin un portátil ligerísimo que no se calienta. Puedes tenerlo sobre el regazo sin que moleste y el sonido del ventilador es imperceptible. Sin duda una de las cosas que hace que la experiencia con estos equipos sea muy gratificante.
3. Rendimiento en Apps nativas. Como sabéis, para aprovechar todos los recursos de Apple Silicon, los desarrolladores de software tienen que adaptar el código a la nueva arquitectura. Dentro de lo que nos interesa, Apple, Blackmagic o Adobe han dado pasos decididos en esta dirección, y muchas apps ya tiene versiones Apple Silicon que hacen que el procesador brille, obteniendo resultados muy notables para un portátil. En general, el rendimiento es muy superior a la generación anterior que llevaba Intel.

4. Rendimiento en Apps no nativas. A pesar de que tenemos muy malos recuerdos de la primera versión de Rosetta en aquel ya lejano paso a Intel, hay que reconocer que esta capa de emulación funciona sorprendentemente bien. Las aplicaciones antiguas se mueven prácticamente como si llevara un Intel, lo cual ayudará mucho a facilitar la migración a la nueva plataforma.
5. La pantalla. Desde hace años las pantallas de los portátiles de Apple son muy competentes, pero con la opción de macOS Big Sur de gestionar HDR dentro de aplicaciones como FCP, Resolve o incluso YouTube, se alcanza un nivel superior. Los algo menos de 400 nits de pico que dan las pantallas se agradecen mucho en entornos HDR, sobre todo en las apps de vídeo que ejecutan un tone mapping eficiente.

Lo peor:
1. Las conexiones. Dos puertos Thunderbolt 3/ USB 4 son absolutamente insuficientes. Si enchufas un monitor y un disco duro ya no puedes conectar nada más. Para los que nos dedicamos al audiovisual, esta limitación es una pesadilla. Por supuesto puedes usar adaptadores y docks, pero eso va directamente en contra de la elegancia y portabilidad del equipo.
2. Los drivers incompatibles. De momento hay bastantes drivers que no funcionan con la nueva arquitectura. A esto se suma lo quisquillosos que son los últimos sistemas operativos de Apple en este asunto, por lo que algunos dispositivos directamente no funcionan o configurarlos se convierte en un auténtico dolor de cabeza.
3. La Touch Bar. Sí, es muy bonita, pero, a la hora de la verdad, resulta poco útil. Hace tiempo que se rumorea que desaparecerá y personalmente preferiría que esos recursos se emplearan para otra cosa.

4. Las comparaciones. Para nosotros el principal competidor del MacBook Pro M1 13″ es el MacBook Air M1. Más barato y con un rendimiento prácticamente idéntico, el Air nos parece una opción de compra bastante más equilibrada. Y para los que la movilidad no es importante, el Mac Mini M1 también es una compra a tener en cuenta.
5. La gráfica. Es cierto que si comparamos la GPU integrada en el procesador M1 con las de Intel, la primera no queda mal parada, pero en el mundo de las aplicaciones de vídeo toda potencia de GPU es poca. La incertidumbre de que en un futuro cercano vayan o no a aparecer equipos Apple Silicon con gráficas dedicadas, es una de las mayores interrogantes sobre el futuro de estos equipos.
Como veréis, no hemos incluido entre lo peor la limitación de RAM de 16GB, porque en la práctica no nos ha resultado un problema notable. No sabemos como gestiona el sistema esa cantidad de RAM compartida, pero parece que tienes RAM suficiente en casi todas las circunstancias.
Para terminar, tenemos que hablar del precio. Tratándose de Apple y viendo como responden estos MacBook Pro M1, podemos decir que es una inversión, desde el punto de vista de un uso profesional, bastante sensata.