Todos sabemos que en el mundo del audiovisual la evolución del hardware parece que siempre viene acompañada de mayores exigencias a los equipos informáticos. Cuando por fin tenemos mayor capacidad de proceso aparece una cámara con más resolución, los efectos visuales son más complejos o las exportaciones se piden en codecs imposibles. Esta carrera loca hace que nunca sea suficiente y, a pesar de ello, a veces nos encontramos con ordenadores que van un paso por delante. Es el caso de los nuevos MacBook Pro M1 Max o del equipo que presentamos hoy, el ASUS ProArt Studiobook 16 OLED.

El equipo que tenemos entre manos es un portátil de 16 pulgadas con pantalla OLED que alcanza algo más de 500 nits a una espectacular resolución de 3840 x 2400 pixels y 60Hz. Esta pantalla es lo que más destaca en un primer momento y lo que lo separa de otros competidores. Si bien es cierto que no llega al brillo de otros equipos con paneles LED, el negro perfecto de la tecnología OLED hace que la impresión sea inmejorable. Es una pena que DaVinci Resolve (el programa que usaremos para valorar el equipo) a día de hoy no permita en la versión Windows (al contrario que en macOS) usar el monitor de escritorio como visor 10 bits y HDR. Aún así, en SDR y con la calibración de fábrica, el panel ofrece una fiabilidad excelente y cubre el 100% del DCI-P3. En HDR se puede disfrutar en plataformas como Netflix o incluso YouTube y es previsible que más adelante Resolve permita usar la pantalla como visor HDR en Windows. Habrá que ver si el tiempo prolongado de uso hace aparecer problemas de retención de imagen, pero eso es algo que obviamente aún no sabemos.

El portátil cuenta con un teclado retroiluminado amplio y cómodo y llama la atención la rueda que sirve para controlar rápidamente brillo, volumen e incluso algunas opciones de programas adaptados como la Creative Suite de Adobe. En el apartado de almacenamiento nos encontramos con dos NVME en RAID 0 que proporcionan una velocidad de vértigo pocas veces vista, con dos Terabytes en el modelo que nos ha prestado Nvidia. Y en cuanto a entradas y salidas, destaca el HDMI 2.1, los 4 USB-C y el lector rapidísimo lector de tarjetas SD 7.0, además del siempre útil Ethernet GbE.

En la parte del procesamiento, en la unidad de prueba tenemos una CPU AMD Ryzen™ 9 5900HX Mobile Processor con 8 núcleos físicos y 16 hilos, que llega hasta los 4.6 GHZ. Uno de los procesadores más rápidos que pueden encontrarse en portátiles Windows. Y la GPU dedicada no se queda corta, puesto que cuenta con una Nvidia GeForce RTX 3070 Laptop con 8GB de VRAM. Además, la CPU tiene integrada una AMD Radeon Graphics que comparte 12 de los 32 GB de RAM disponibles. Obviamente esta GPU integrada no tiene el músculo de la Nvidia, pero vendrá bien para conservar batería cuando no necesitemos exprimir el rendimiento.
Este portátil de gama alta de ASUS está claramente orientado a entornos creativos, tanto de tratamiento de imagen fija como de vídeo. Nosotros lo hemos probado básicamente con DaVinci Resolve Studio y para encontrar sus límites hemos usado los materiales más exigentes, archivos RAW de 4K en adelante y procesos de imagen complejos, principalmente reducciones de ruido al ser éste un estándar en la valoración de rendimiento.

Una vez configurado Resolve, asegurándonos que use la Nvidia 3070 y el procesamiento CUDA, nuestras pruebas determinan que el techo lo marca la GPU, puesto que en tareas de alta exigencia gráfica, vemos que la GeForce RTX alcanza la carga de trabajo máxima mientras que el Ryzen no llega a un tercio de su rendimiento potencial. Resolve Studio no permite utilizar las dos gráficas (Integrada y dedicada) de forma simultanea, entendemos que por ser de características totalmente diferentes. Hay que tener en cuenta que en otro tipo de programas que tiren menos de GPU el procesador tendrá un papel más destacado.

Como sabemos, las gráficas de portátil usan versiones con menor TDP que sus equivalentes de escritorio, por problemas evidentes de disipación de calor y consumo energético de la miniaturización. Así pues y tras hacer pruebas con varias gráficas muy conocidas por todos, hemos visto que el rendimiento con Resolve de esta Nvidia 3070 sería algo menor que una GeForce RTX 2080 de escritorio y parecido a la Quadro RTX 5000. Los resultados varían según el tipo de material que usemos, pero en general podemos pensar en el equivalente a una workstation con un procesador de última generación y una gráfica un 10 o 20% inferior a una 2080 de escritorio. Sin duda un resultado realmente sobresaliente para un laptop. No hemos encontrado diferencias significativas de rendimiento con Resolve usando los drivers Nvidia pensados para jugar y los Studio.
Tenemos que recalcar que todo estos resultados son con el portátil conectado a la fuente de alimentación, porque si tiramos de batería, a pesar de intentar poner todos los parámetros de ahorro priorizando el máximo rendimiento, el resultado es sensiblemente inferior, y a pesar de eso la batería se consume en una hora con un render que ponga el portátil al límite. Sin embargo, con uno uso normal del equipo la batería dura varias horas, incluso montando y haciendo color con Resolve.

En el siempre controvertido apartado del ruido, como era previsible el equipo sopla de forma notable cuando el procesador y la gráfica sufren. No es un sonido especialmente molesto, pero no podemos decir que sea silencioso. Ese trabajo de los ventiladores tiene bastante controlada la temperatura, pero desde luego en este campo los portátiles Mac M1 son mucho más eficientes.

En definitiva, un portátil que tiene una de las mejores pantallas que se pueden encontrar y CPU/GPU del máximo nivel en el mundo Windows, con una construcción sólida y un rendimiento a la altura de lo esperado. El equipo aún no está disponible en España en esta configuración, pero con un Intel i7 y una Nvidia 3060 cuesta alrededor de 2.500€.