Ahora que ya está a la venta el nuevo Mac Pro, puede que estés pensando en deshacerte de tu viejo equipo, que tantas alegrías y disgustos te ha dado. Es cierto que las nuevas máquinas pueden ser más potentes, pero también lo es que suponen una fuerte inversión inicial y que en algunos aspectos no vamos a notar una diferencia sustancial.
En este artículo te ofrecemos información básica para actualizar tu Mac Pro de forma sencilla y económica, para darle así un empujón en cuanto a rendimiento. Es importante destacar que las opciones dependen de cual sea tu modelo de Mac Pro, siendo mucho más fácil actualizar los equipos 3,1 (Early 2008) en adelante, ya que permiten sistemas operativos modernos y llevan EFI de 64bits. Antes de comprar nada, asegúrate de que es compatible con tu modelo de Mac, especialmente la tarjeta gráfica y la RAM.
1. Disco del sistema SSD
Probablemente el cambio que más feliz te va a hacer. Los SSD (solid-state drive) son discos que, en lugar de elementos giratorios magnéticos como los tradicionales, llevan en su interior memorias no volátiles. Esto hace que sean más rápidos y silenciosos que los convencionales. Si usas uno como disco del sistema y aplicaciones, notarás que tu ordenador arranca mucho más rápido, que las aplicaciones se abren casi inmediatamente y que, en general, todo va más fluido.
A la hora de elegir el modelo, hay que tener en cuenta que el Mac Pro no será capaz de exprimir al máximo los discos de 6Gb/s puesto que sus bahías son de 3Gb/s, así que no te obsesiones con encontrar el más veloz ya que estará limitado a unos 270MB/s de lectura/escritura como máximo. Puedes encontrar modelos de 256 GB (de sobra para sistema y aplicaciones) por unos 150€. Para instalarlo en el Mac Pro necesitarás un adaptador (se puede pinchar directamente en el conector, pero es mejor que quede bien sujeto) para cambiar de 2.5″, el tamaño habitual de los SSD, a 3.5″. Nosotros hemos usado este, muy fácil de instalar y que cuesta unos 15€. Una vez metido el disco en el adaptador, se convierte en uno de 3.5″ que puedes colocar en cualquiera de las cuatro bahías para discos duros del Mac Pro.

Si quieres que la velocidad de transferencia sea superior, y además no utilizar una de las cuatro bahías SATA 3,5″, existen adaptadores para pinchar los SSD directamente a un bus PCI-E a una velocidad de 6Gb/s.
2. Más RAM
Los programas de posproducción y los sistemas operativos modernos necesitan grandes cantidades de RAM para funcionar eficazmente. La cantidad máxima de memoria depende de cual sea tu modelo de Mac Pro, pero como norma general podríamos decir que actualmente tener menos de 8GB de RAM no es buena idea. A partir de ahí, lo que te permita el presupuesto y las bahías libres de tu equipo. Programas como After Effects o Resolve pueden utilizar cantidades ingentes de memoria. Así que, cuanta más, mejor.
La memoria ha bajado mucho de precio en los últimos años. Crucial es un buen sitio para hacerte un primer presupuesto online y saber que tipo de memoria necesita tu máquina.
3. Nueva tarjeta gráfica
La evolución de los procesadores (CPU) no ha sido tan rápida en el último lustro como estaba previsto. Sin embargo, la de las tarjetas gráficas (GPU) está siendo espectacular. Así que muchos desarrolladores de software han apostado por apoyarse en la potencia de cálculo de las gráficas para disparar el rendimiento de sus aplicaciones. En el mundo Mac siempre hemos estado bastante limitados en este aspecto, ya que la oferta de tarjetas era escasa y muy cara. Sin embargo, este tema ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos, ya que desde Mac OS 10.8.2 funciona casi cualquier tarjeta gráfica de PC sin necesidad de hacer prácticamente nada. Aquí hay una guía estupenda en inglés que conviene leer con atención antes de elegir el modelo, pero básicamente cualquier Nvidia 5xx, 6xx o 7xx que tenga conectores de 6 pins va a funcionar sin más. Hay que prestar atención a esto, ya que algunas tarjetas llevan conectores de 8 pins, por lo que pueden necesitar más energía de la que puede suministrar nuestra placa base.
Para alimentar la tarjeta necesitaremos cables adaptadores de mini pci-e 6pin (conectores de la placa base) a pci-e 6pin (conectores de la tarjeta). Cuesta cada uno unos 5€ y necesitaremos tantos como lleve la gráfica, hasta un máximo de dos.

En cuanto al modelo de tarjeta, una opción muy resultona es la Nvidia GTX 660Ti, que vale unos 250€ y nos proporcionará aceleración tanto CUDA (para el ray tracing de After Effects, por ejemplo) como OpenCL (para FCPX, por ejemplo). Teóricamente la marca de la tarjeta no importa, pero nosotros hemos optado por EVGA por su excelente garantía post-venta.
Tenemos que tener en cuenta que si la tarjeta no es para Mac, la principal limitación es que no veremos el arranque del Mac, aparecerá directamente el escritorio, por lo que no podremos elegir disco duro de arranque pulsando opción, habrá que hacerlo desde el panel de control «arranque». Así mismo, algunos programas necesitan pequeños apaños para reconocer estas tarjetas, aunque no suele ser nada complicado.
Si optamos por una tarjeta con EFI para Mac, podemos ir a por una Quadro de Nvidia (de 1.000€ en adelante y con un rendimiento cuestionable) a por la GTX 680 de EVGA (600€) u optar por una GPU «flasheada» como las que ofrece la tienda especializada Macvidcards.
4. Más discos duros internos
Los Mac Pro tienen la posibilidad de instalar hasta cuatro discos duros internos SATA de 3,5″. Además, podemos hacer muy fácilmente un RAID por software (con la utilidad de discos) para conseguir mayores velocidades de transferencia. Con 3 discos de 3TB (unos 100€ cada uno) podemos montar un «RAID 0» de 9TB que de más de 300MB por segundo de transferencia sostenida, suficiente para mover casi cualquier archivo de cámara.

5. Tarjeta USB 3
Una de las limitaciones de los viejos Mac Pro es el irritante puerto USB 2. Por apenas 25€ es posible instalar una tarjeta PCI-E con cuatro puertos USB 3, ideal para utilizar discos duros e incluso RAIDs externos. Tenemos que tener en cuenta que algunas de estas tarjetas necesitan alimentación si queremos usar discos duros sin fuente propia, por lo que tendremos que asegurarnos de que hay conectores libres suficientes en nuestra placa.
Como ves, con no mucho dinero podemos hacer que nuestro viejo Mac Pro tenga más tiempo de vida útil. Estas soluciones son fácilmente instalables por el usuario. Existen otras mucho más sofisticadas, como cambiar los procesadores, instalar discos internos en las bahías de 5,25″, usar chasis de expansión, combinar varias GPUs, utilizar tarjetas PCI-E para diversas opciones, etc, etc. Si se te ocurre alguna cosa más para que el viejo Mac Pro viva esa merecida «segunda juventud», no dudes en aportar tu experiencia en los comentarios de esta entrada.
ACTUALIZACIÓN MARZO 2015:
En los últimos meses la aparición de las Nvidia GTX 970 y 980 ha animado a muchos usuarios a hacerse con estas GPUs, que debido a su bajo consumo y gran rendimiento son óptimas para los modelos 4, y 5,1. Eso sí, solo funcionan con Yosemite y antes de colocarlas hay que instalar los últimos webdrivers de Nvidia, de lo contrario la pantalla no se encenderá.
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